
Antes tuvimos dos clases de inglés en Roockbrook con un descanso en medio, donde aprovechamos a tomar el lunch.
Después de dos horas en las piscinas algunos se tomaron una hamburguesa y unas patatas en el burguer que está en la tienda del recinto.
Al acabar emprendimos de nuevo la ruta de autobús para dejar a cada uno en su parada. Según comentaban todos se pasó muy rápido el tiempo. Es lógico cuando uno disfruta en grande...











